domingo, 10 de diciembre de 2017

A MERCED DEL TIEMPO



Porque eres tan bonita…
Eres preciosa…
No me cansaría nunca
de halagarte.

Y aunque pasen los años,
por muy mayores
que seamos,
iremos siempre
cogidos de la mano.

Y en nuestros paseos matutinos
nos apoyaremos
el uno en el otro,
a merced del tiempo,
que pasa…
inexorablemente…

Y en nuestros paseos vespertinos
observaremos,
como si de un
preludio se tratara,
el crepúsculo y ocaso de los días…

Y así, nuestro amor,
quedará sellado en ellos
para la posteridad…
Te quise, te quiero y te querré... 

Melancolía




Qué extraña sensación
al pasear por lugares
que antes visitamos juntos...

Fueron noches iluminadas,
noches estrelladas,
las que nos brindó
la vida...

Ahora, solo umbrías,
mil poesies prohibidas
que se llevó el viento.
El recuerdo de unos besos
y de un viejo amor
que se marchitó, un día...

Solo vivo de recuerdos.
Apuro un licor,
el elixir de mi vida...

Y solo una ilusión:
la de volver
a aquellos días. ¡Qué tonto!,
es una utopia...

domingo, 26 de noviembre de 2017

ABSÈNCIA




Torno a les sendes
de l’oblit,
als camins
escarpats,
paratges tortuosos,
plens d’esculls,
on es fan
els savis.

La pluja,
símil de les meves llàgrimes
vessades,
i, després,
el fangar,
que va esborrar
les teves petjades.
He de trovar-les.

El sol esclareix
la foscor
de la nit.
És l’alba
d’un nou dia.

La distància
no sempre
és motiu d’oblit.
Les tevés petjades
son el meu camí,
llarg i escabrós
camí,
al que, de nou,
et vaig perdre.

I la fe agonitza
com espasmes
d’un cor
que ha mort,
                                                                              sense trobar-te

AMOR MARCHITO




Te amé con la hojarasca que caía
de los desnudos árboles de otoño.
Te amé con los tibios rayos del sol
en primavera, mi amor,
como también te amé
junto al mar en el estío,
y bajo el sol
de un invierno que agoniza.
Te amé, mi amor,
como el torrente de un río
al que el mar abraza.
Así te amé,
mi dulce amor del alma.
Te amé en río revuelto
y en aguas mansas.
Pero, con tu marcha,
dañaste mi corazón malherido,
quisiste dar alas a tu libertad.
Te amé en la comedia
y en el drama de la vida.
Te amé extenuado de vibrar en la esperanza
de mi corazón cansado
de esperar a otra alma.
Te amé hasta que nuestro amor
cayó como flores marchitas
en a

A MERCED DEL TIEMPO



Porque eres tan bonita…
Eres preciosa…
No me cansaría nunca
de halagarte.

Y aunque pasen los años,
por muy mayores
que seamos,
iremos siempre
cogidos de la mano.

Y en nuestros paseos matutinos
nos apoyaremos
el uno en el otro,
a merced del tiempo,
que pasa…
inexorablemente…

Y en nuestros paseos vespertinos
observaremos,
como si de un
preludio se tratara,
el crepúsculo y ocaso de los días…

Y así, nuestro amor,
quedará sellado en ellos
para la posteridad…


Te quise, te quiero y te querré…

sábado, 22 de mayo de 2010

ODA A MI AMADA



Como una estrella
que brilla con luz propia
así brillas tú,
mi amor querido,
estimada mujer que acapara
todos mis sentidos.
Mejor compañera de viaje
por los senderos de la vida
no habría tenido,
pues eres lucero del alba,
mi amor querido.
Junto a ti
se me hace corto el camino.
Preciosa mujer
que ojos jamás hayan visto.
Tu sonrisa y tu cabello ondulado,
al amor del viento,
recrean a todos mis sentidos.
Mujer extraordinaría,
trabajadora, humlde y sabia.
Tenerte a mi lado
es ternura y pasión.
Tan preciada joya
es escasa,
por ello quisiera
tenerte a mi lado
todo el mañana,
mi amor del alma…



En tu cincuenta cumpleaños. Antonio Contreras

viernes, 12 de febrero de 2010

EPÍSTOLA A MI AMADA


Pongo tu mano en mi pecho, ¿sientes mi corazón como late enamorado?
Como el marino que llega a puerto para descansar de un mar pleno de escollos, así descanso yo sobre tu pecho, mientras te entrego una flor, que encontré en una isla en alta mar.
Mi amor por ti es un sentimiento profundo, desde que te conocí lo siento en lo más hondo de las galerías de mi corazón.
Si supieras cuanto te llego a querer… (más que a nada ni a nadie en el mundo)…
Mi mayor objetivo, en mi vida, es procurar hacerte la vida más agradable.
Algunas veces me despierto a medianoche y me recreo, embelesado, mirando tu bello rostro, mientras duermes. Por sentirte a mi lado es bonito vivir.
Mi amor por ti lo avala mi máxima entrega, totalmente incondicional.
Te debo gratitud y amor por siempre, pues estuviste a mi lado en los albores de la tempestad, y en mis sucesivos tiempos críticos. Y tú fuiste mi ventana por la que respirar una agradable brisa.
Te quiero hasta la médula, y a veces pienso que mi amor por ti es fervoroso, febril.
Sin ti mi vida no tendría sentido, me sería insoportable vivir, pues no concibo el no hallarme a tu lado, junto a ti, mi amor predestinado, pues tú me haces olvidar mis penas con tu grata compañía. Me empujas cuando mi lentitud es apreciable, y al contrario, me tranquilizas en momentos de euforia.
Te dedico poesías, numerosas poesías, pero eso no es nada comparado con las que tú me has dedicado a mi, pues tu sonrisa y tu presencia son poesía, y tu mirada una ventana abierta al corazón. Eres musa que encuentra mis sentimientos perdidos, la que me revoluciona los sentidos y hace brotar en mi la imaginación y sentimientos de humildad y generosidad, todo ello con tu dulce presencia.
Eres como el sol que entra cada mañana por nuestra ventana, como la brisa fresca en las noches de verano.
Tú eres alucinante. Eres como un plácido sueño del que no quiero despertar jamás. Compartir los días y caminar unidos por los hermosos senderos de la vida, con creces, es lo mejor que me ha pasado.
Lo eres TODO para mi, mi amantísima, mi dulce amada.




P.D.: GRACIAS POR ESTAR AHÍ…